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miércoles, 31 de julio de 2013

Las mil y una preguntas: ¿cómo les protejo de los insectos en verano?

Llegó el verano. La playa, el campo, la montaña, las noches sin fin y los días de paz en las terracitas; las paellas y los aperitivos; las largas sobremesas en familia y las siestas bajo la sombra de un árbol, en la arena o el césped.... Pero también llegaron los insectos! 

Si tienes un bebé y no quieres renunciar a las vacaciones en familia pero te preocupa que a tu bebé le piquen los insectos, este es tu post. Aquí te dejo algunos consejos para proteger a tu bebé de forma segura para él:

1. Parches de citronella: son unos parches que se adhieren al cochecito, la cunita, la tienda de campaña o en su ropa. No debes ponerlos en ciontacto directo con su pile, aunque no contienen ningún producto químico. Emiten un olor cítrico que a los insectos no les gusta nada. El olor cubre un radio suficiente para que tu bebé quede protegido de los insectos gracias a su acción repelente, ya que los insectos huyen de éste. Es una buena solución para el exterior (cuando vayáis de paseo, o a comer a algún sitio.

2. Velo o red antimosquitos (mosquitera). Hoy en día existen multitud de telas finas bonitas que pueden hacer la misma función. Las puedes usar tanto para proteger su cuna como para el cochecito, si salís a pasear. En este segundo caso, si la tela es algo tupida servirá también para protegerle del sol dirceto, aunque eso no sustituye la protección solar con crema y gorro. Se trata de una barrera física que mantendrá a todo tipo de insectos lejos de tu bebé, siempre que la instales bien. Recuerda no poner la tela al alcance de tu bebé y de fijarla bien para que no tire de ella y se la ponga por encima.

3. Aparato de pared que emite utrasondos. Se trata de un nuevo tipo de aparatos que funcionan sin pastillas y sin líquido. No mata a los mosquitos sinó que los ahuyenta a través de ultrasonidos imperceptibles para el oído humano. Es seguro para el bebé poruqe no emite ningún tipo de olor, ni tiene insecticida.

4. Cremas o sprays que no contengan dietiltoluamida. No se recomiendan a menores de 2 años, ya que deben ponerse en contacto directo con la piel y los bebés tienden a llevárselo todo a la boca, incluidos sus bracitos. Pero son otra solución para bebés más grandes.

Y si ya le han picado?

Para calmar el picor del bebé, existe talco o talquistina líquido que le ayudará a calmar el picor. No se recomiendan los productos en polvo porque la inhalación de los polvos no es buena para el bebé.

Si necesitáis más consejos, podéis encontrar información sobre cómo prevenir y cuidar picaduras en http://familiaysalud.es/ (web de la Asociación española de pediatría)

sábado, 27 de julio de 2013

Las mil y una preguntas: ¿cómo se prepara un biberón?

Una realidad con la que me he encontrado hablando con diferentes mamis y por mi experiencia propia, es que la mayoría no sabemos cómo preparar un biberón y nadie nos lo explica antes de nacer el bebé. De hecho, incluso tras nacer el bebé, si estás dando el pecho y te planteas pasar a leche de fórmula, a menudo es difícil lograr que te expliquen cómo preparar un biberón. Tal vez sea para intentar que la mamá no llegue a dejar de dar el pecho, pero de nuevo, yo creo que la ignorancia no es buena para nadie, y menos para una mamá. De hecho, a mi personalmente me tranquilizó mucho saber que tenía un plan B por si un día no resistía más y decidía probar con la leche de fórmula. Tanto, que pude dar el pecho con mayor seguridad a mi bebé, y de esta forma alargamos la lactancia materna más de lo que en un principio me había planteado. Eso sí, para conseguir que me explicaran cómo preparar un bibe y cómo ir sustituyendo tomas de pecho por tomas de leche de fórmula tuve prácticamente que suplicar.

Para que vosotras no tengáis ese problema, aquí os dejo la información y cada cual, luego, que decida cómo y cuándo desea empezar con el biberón. Porque recordad, es una elección que vosotras y sólo vosotras, las mamás, tenéis derecho a hacer. No dejéis que elijan por vosotras si lo mejor es el pecho o el biberón. Y me refiero a que en esto no pueden interferir ni médicos, ni madres, ni amigas, ni vuestra pareja, ni nadie -a menos claro está que el bebé tenga un problema de salud y el médico decida que debe tomar suplementos o algún tipo especial de leche, o simplemente que no tengáis leche-. Es decir, que yo no estoy de acuerdo ni con las presiones para que demos pecho sí o sí, ni con los "consejos" que, disfrazados de buenas intenciones, dan las madres y los compañeros para que acabemos pasándonos al biberón y así ellos pueden tener la posibilidad de dar de comer al bebé.

Cómo se prepara un biberón?

La técnica es muy sencilla y viene explicada en cualquier caja de leche infantil. Por cada 30 ml de agua que se pone en el biberón hay que verter un cacito raso y no apretado de leche en polvo.

Lo importante es echar siempre primero el agua, y mantener siempre las proporciones. Es decir, por 30 ml un cacito, por 60 ml dos cacitos, etc. Siempre se aumenta el agua de 30 en 30, y así la proporción siempre es exacta.

El agua debe ser de baja mineralización, o dicho de otra forma, baja en sodio.  Un par de marcas conocidas y que casi todas acabamos usando son Bezoya o Veri, aunque veréis que muchas otras ponen en su etiqueta que son aptas para preparar alimentos infantiles. Lo importante es que os fijéis en la cantidad de sodio que contienen (siempre lo indica en la etiqueta) y que escojáis la que menos lleve. También se puede usar agua del grifo hervida, pero creo que hoy en día casi todas usamos la embotellada por comodidad. La embotellada no se tiene que hervir y eso hace el proceso de preparación del bibe mucho más fácil y rápido.

En cuanto a calentar o no la leche, hoy en día los pediatras te dicen que no, que a temperatura ambiente ya está bien. Claro, eso es realmente cómodo para la mamá siempre que el niño acepte bien tomarse la leche fría. En mi caso no fue así, y tuve que empezar a calentársela. Las opciones son dos:


  • La primera, calentar el agua sola en el microondas unos segundos. Yo lo hago directamente en el biberón , abierto, sin tapa ni tetina. Y una vez está templada vierto los cacitos de leche, lo cierro, lo agito, compriuebo sobre mi mano la temperatura y si está ok se lo doy al niño. Si no, lo enfrío un poco bajo el grifo de agua fría. Con esta técnica es importante agitar bien y comprobar si la temperatura es correcta, porque el micro calienta de forma desigual el agua. Pero se tarda tan sólo unos segundos en preparar el biberón (para que os hagáis una idea, con 15 segundos a una potencia de 800, ya tengo templadita el agua).
  • La segunda, preparar todo el biberón y cuando ya esté mezclada y agitada la leche, se pone el biberón en un recipiente más bajo (un cuenco) con agua caliente tomada directamente del grifo (lo mnás caliente que salga). En unos 5 minutos o así, la leche habrá tomado temperatura. En este caso también es recomendable probar la emperatura de la leche sobre el dorso de la mano, no tanto porque le pueda quemar sino por comprobar que efectivamente esté tamplada. Se tarda más, pero tal vez sea más seguro para el bebé ya que existe menos peligro de que el agua queme.


Para enrasar la leche, yo utilizo el reverso de un cuchillo o la cara interna de la propia tapa del bote de leche. Lo importante es que no la apretéis para abajo como haríais con el polvo del café de una cafetera sino que recojáis la leche con el cazo y apartéis el sobrante enrasando por el borde.

En cuanto a los tipos de leche, yo creo que en el fondo todas las leches de fórmula que se fabrican hoy en día son buenas. Lo que debéis saber es que si vuestro bebé es menor de 6 meses tenéis que pedir leche de fórmula de primera etapa o tipo 1. Personalmente me fijo en que sean marcas de toda la vida, y prefiero comprarla en mi farmacia de confianza que en el súper, pero tengo amigas que la compran en el súper y que compran todo tipo de marcas y también les va genial. 

Es posible que a vuestro bebé no le gusten algunas marcas. Yo recomiendo, al inicio, comprar sólo un bote y de los pequeños de la marca que elijáis. Si al cabo de unos días, y habiendo probado con distintas tetinas, formas de preparación y en distintas horas vuestro bebé sigue sin querer el bibe, plantearos cambiar de leche. Por lo general el biberón les gusta, pero puede ser que alguna leche tenga un sabor que les desagrade. 

Otro consejo es que si encontráis una marca y tipo de leche que le gusta, a menos que sea estrictamente necesario cambiar por indicación médica, mantenedle esa leche, pues lo primero es que se alimente bien y que disfrute la comida.

Bueno, espero que este post os sirva a muchas para despejar dudas y para que estéis más tranquilas! Suerte con el pecho o con la lactancia artificial. Seguro que elijáis lo que elijáis, lo estaréis haciendo bien, mamás!

jueves, 25 de julio de 2013

Comunicar el embarazo

Ya sabéis la feliz noticia y os morís de ganas por comunicárselo al mundo! Pero... ¿cómo?, ¿cuándo?, ¿en qué orden?.

A ver, esto es algo muy personal y cada cual lo hace un poco a su maner. Lo habitual y lo más lógico es que primero lo sepan vuestros seres más allegados: padres, hermanos, familiares directos o amigos con los que tengáis mucha confianza. Ellos deberían ser los primeros en saberlo, porque compartirán con vosotros su alegría y porque estarán ahí para apoyaros en todo omento, como siempre lo han hecho.

Más adelante habrá que comunicarlo al resto de la familia y amigos. A veces esta comunicación coincide con la comunicación en el trabajo. El motivo es que hoy en día mucha gente deja mensajes en las redes sociales que permiten que cualquiera acabe enterándose de la noticia, y claro, no queréis que se "filtre" la información a algún compañero o al jefe por esta vía...

Por cierto, que yo no soy para nada partidaria de dar este tipo de noticias por redes sociales, pero aunque vosotros no lo hagáis, siempre existirá ese primo lejano que vive en la otra punta del país y que os felicitará con un mensaje tipo "felicidades primos, que ya nos hemos enterado de que vais a ser papás...." Y claro, eso muy discreto no es. Especialmente si lo hace a través de facebook y tienes a 300 personas añadidas como amigos....

Tampoco es muy discreto cambiar el perfil de whatsapp por uno tipo: "futura mamá", porque seguro que tu móvil lo tiene más gente de la que recuerdas y tu perfil de whatsapp lo ve todo el mundo.

En cuanto a esperar o no las 12 semanas de rigor para decirlo, yo tengo una regla: a la familia más allegada se le dice siempre antes. Tal vez hacia la octava semana está bien, ya que habréis tenido tiempo de hacer la primera visita y tal vez tengáis incluso una primera eco para enseñar. 

Al resto de familia y en el trabajo, yo prefiero esperar. Aunque si pasa algo inesperado, evidentemente se van a enterar, pero tal vez no sea necesario que lo sepa todo el mundo... Es decir, si esperamos a finalizar el primer trimestre tenemos más posibilidades de que todo vaya bien hasta el final que si no esperamos, pero también es cierto que si pasa algo malo y faltáis al trabajo al jefe por lo menos tendréis que explicarle lo ocurrido y la vuelta puede resultar dura si nadie sabe nada de lo ocurrido. 

Pero pensemos positivo! Y pensando en positivo, cada cual es libre de decidir cuándo y a quien dar la noticia. Esto quiere decir también de que si os enteráis de que alguien está embarazado, no tenéis derecho a pregonarlo a los cuatro vientos sin su permiso, ya que igual está esperando el momento adecuado para comunicarlo a otras personas que aún no lo saben. A vosotros os gustaría que respetaran eso, seguro.

Por último, está el cómo decirlo. Ya hemos hablado de las redes sociales que no son particularmente santo de mi devoción. Otras formas de hacerlo es en una comida especial, soltarlo en un brindis, por ejemplo. O se puede ser más creativos y regalar a vuestros padres la primera ecografía enmarcada. También podéis dejar sobres para todos los que estéis con un mensaje que diga algo así como "enhorabuena! Vas a ser tío/abuelo/ etc"

Al resto de la familia se le puede ir comunicando por teléfono o puedes pedir ayuda a tus padres y hermanos para que corran la voz. Seguro que estarán encantados de poder comunicárselo a todos.

En la empresa, por deferencia, el primero en saberlo debería de ser el jefe o tus inmediatos superiores. Luego, en función de las dimensiones de la empresa puedes decírselo a todos o a tu departamento en persona y al resto con un correo simpático. Si tienes compañeros muy allegados igual puedes invitarles a un café y comentárselo antes de decírselo al resto de la empresa.

miércoles, 24 de julio de 2013

¿Es difícil dar el pecho?

Voy a empezar disculpándome con todos los médicos, enfermeras, comadronas, profesionales sanitarios e investigadores que tan árdua campaña de sensibilización están haciendo para promover la lactancia materna, porque en honor a la verdad debo decir que SI, dar el pecho es difícil. No sé porque nos lo ocultan y tratan de hacernos un lavado de cerebro antes de dar a luz. Creo que eso sólo empeora las cosas, porque nos convierte en mamás desinformadas sobre la realidad, con sentimientos de culpabilidad y con un gran temor a preguntar, a que nos juzguen malas madres, a ser las reponsables de que la lactancia materna no esté funcionando, etc.

Y si no, ¿porqué creéis que es tan necesario recordarnos constantemente que la leche materna es lo mejor para nuestros bebés? Creedme, las sociedades científicas y el Ministerio de Sanidad no se gastarían tanto dinero en pósters, folletos, etc, si esto fuera fácil, ya que todas las mamás del mundo queremos lo mejor para nuestros bebés y, si la leche materna es lo mejor y de ello soy una firme convencida,  ¿porqué creéis que es necesario recordárnoslo en todas partes y en todo momento: en los hospitales, en la publicidad, en la consulta del pediatra, en las farmacias, en las mismas cajas de leche....? 

Pues os lo diré: porque la mayoría acaban desistiendo al poco tiempo. (Ya lo ves, si eres una de ellas, no eres la única, ni la primera ni la última ni peor o mejor madre que nadie. Hay muchas como tú, no estás sola, y no debes sentirte culpable por ello :-))

Pero vamos por partes. A ver, que la lactancia materna sea difíficl no es incompatible con que la leche materna sea lo mejor para nuestros hijos. Efectivamente la leche materna es lo mejor para el bebé en sus primeros meses de vida. Ahora bien, hay que poner en una báscula si es mejor dar la mejor leche en pésimas condiciones (es decir, transmitiendo al bebé nuestra irritación por el dolor, el cansancio, la frustración, el miedo a que no coja peso, etc) o si es mejor ofrecerle leche artificial en óptimas condiciones (serenas y convencidas de que le estamos alimentando bien). 

Obviamente lo ideal sería lograr darle la mejor leche (la materna) en las mejores condiciones (serenidad y tranquilidad), y ahí es donde creo que fallan las campañas de sensibilización. Y es que, han concentrado el esfuerzo en convencernos para que demos el pecho, pero cuando nos encontramos con las primeras dificultades, nadie nos ampara. Yo he llegado a escuchar barbaridades como que "debes aguantar aunque te duela, porque es lo mejor para tu bebé". NO. Lo mejor para mi bebé, ni para el bebé de nadie, no puede ser tener una mamá dolorida, irritable que odia las tomas, y se pasa todo el día con el bebé mamando. Aunque nuestra prioridad sea atender a nuestro bebé y nuestra obligación darle lo mejor, no puede ser que dar el pecho se convierta en una esclavitud que nos mantenga encerradas en casa prácticamente todo el día, con el pecho al aire (bien porque está tomando o porque estamos intentando que se sequen las grietas) y además con sentimientos de culpa porque nos han hecho creer que a lo mejor somos nosotras las que no sabemos colocarnos al bebé en la posición correcta...

A ver, si realmente la sociedad cree que debemos volver a dar el pecho (recuerdo a todos los profesionales sanitarios que hubo una generación a la que les inculcaron que la liberación de la mujer era muy importante y como las bajas por maternidad duraban muy poco, prácticamente a todas las mujeres se les retiraba la leche y listo), habrá que buscar la manera de ayudar a la mamá a sentirse bien dando el pecho.

Mientras, os doy algunos consejillos de cosas que sé que funcionan:

1. Acudir a un grupo de apoyo a la lactancia en los primeros días después del parto.No esperéis a que pase una semana, hacedlo en cuanto salgáis del hospital, ya que cuanto antes os enseñen a colocar bien al bebé, más garantías de éxito habrá, y menos problemas tendréis en cuanto a grietas y demás. En todas las comunidades hay grupos de apoyo. Los podéis encontrar en vuestros centros de salud de la seguridad social, en los centros donde se dan las clases de preparación al parto o buscando a través de la liga de apoyo a la lactancia.
Aquí os dejo algún link: 
Liga de la leche: http://www.laligadelaleche.es/grupos_de_apoyo/
FEDALMA: http://www.fedalma.org/grupos.php
Consejos de la AEPED: http://www.aeped.es/comite-lactancia-materna/grupos-apoyo-lactancia-materna
Amamanta: http://www.amamanta.es/


2. Si hay grietas. A ver, lo de los pechos al aire me parece genial si es verano y no tenéis ni vergüenza, ni visitas en casa ni nada mejor que hacer. Pero aún siendo muy abierta de mente, me parece incluso un poco retrógado proponer a la mujer que se pase con el pecho al viento para curar sus grietas. Cosas que funcionan es: si son pequeñas curarlas con unas gotitas de la propia leche después de cada toma. También hay unas cremas a base de lanolina que venden en la farmacia que van muy bien. Y además, creo que si hay grietas, se deberían de usar pezoneras para que el pecho no se siga agrietando y la toma no resulte dolorosa. Ya se´que se corre el riesgo de que el bebé no vuelva a querer el pecho sin la pezonera, pero es mejor eso que dejar de dar totalmente el pecho, no? De nuevo, en mi báscula personal, creo que pesa más seguir dando el pecho, aunque sea con una ayuda que dejar de darlo, Y no entiendo porqué los profesionales sanitarios son tan contrarios a explicar este tipo de soluciones....

3. Congestión mamaria o principios de mastitis. Si se te hincha el pecho, está duro como una piedra, duele y ves que tu bebé no se agarra bien o te alivia sólo cuando toma y te vacía, es posible que tu producción de leche sea muy elevada o que el niño no logre vaciarte del todo y se te esté acumulando en los conductos provocándote una congestión. Aquí mi recomendación es acudir cuanto antes a la comadrona o al médico y que te expliquen cómo puedes drenarte tú misma la leche (con tus manos), si es necesario un sacaleches o si hay que darte antibiótico. No lo intentes sin consultar y cuando consultes insiste hasta que te den una buena solución, no te conformes con un "bueno, es bastante habitual que pasen estas cosas, pero lo estás haciendo muy bien, mami". Llora, suplica, exagera o haz lo que sea necesario para que te ayuden a encontrar soluciones porque una congestión duele muchísimo, y si no se drena bien puede acabar en una mala mastitis. Encontrarás por ahí remedios con agua caliente, agua fría, masajes, etc. Por experiencia sé que algunos de ellos son contradictorios y que lo que le va bien a una mujer a otra le empeora, de ahí que lo mejor sea ir al médico. Mi otro consejo es que intentes evitar comprar el sacaleches a menos que estés pplenamente convencida de que quieres seguir dando el pecho pase lo que pase, ya que es un gasto elevado que pocas veces se amortiza. Pensad que no todas las mujeres logran sacarse bien la leche con el sacaleches. Además, si vas a compaginar dar el pecho con sacarte la leche, debes tener en cuenta que estarás prácticamente todo el día o bien dando el pecho o bien sacándote leche, ya que lo harás entre tomas, y eso lleva su tiempo (más que dar el pecho, al menos al principio).

4. Preocupación por si tu hijo está bien alimentado: si no tienes problemas al dar el pecho pero sí una constante preocupación por si tu hijo está comiendo lo suficiente, coméntaselo al pediatra. De todos modos, los principales indicadores para saber si el bebé está bien alimentado son: si hace regularmente pipí y sus deposiciones son también frecuentes (un bebé que sólo toma leche materna debería hacer deposiciones tras cada toma, y deberíamos tener que cambiar el pañal sucio unas seis veces al día (entre pipí y caca). Otro indicador es el aumento de peso. Pero ojo, porque en los primeros días TODOS los bebés pierden peso y tardan un poco en recuperarlo. Además, para saber si efectivamente está ganando peso, hay que pesarlo siempre en la misma báscula, con la misma cantidad de ropa (mejor si está desnudo) y a la misma hora del día. No os vayáis de peregrinaje por las farmacias ya que esa información no os valdrá, ni os desesperéis las primeras dos o tres semanas, porque necesitará tiempo para recuperar lo que perdió al nacer y empezar a ganar peso.

5. Tu bebé pide a todas horas y eso te resulta imcompatible con la vida. Si una de las recomendaciones que nos dan a todas en los cursos preparto es que debemos salir de casa con el bebé lo antes posible, lo que no puede ser es que luego eso nos resulte imposible porque el bebé pide a todas horas y como el pecho es "a demanda" nos vemos obligadas a quedarnos en casa. De nuevo, entiendo que claro, podemos salir y sacarnos el pecho en medio de la calle, pero seamos realistas: no todas nos sentimos cómodas haciéndolo, ni hay muchos sitios que te ofrezcan la adecuada intimidad (salas de lactancia o lugares tranquilos) para dar el pecho. Si además tienes que ir a alguna tienda o a hacer una gestión, lo de dar el pecho resulta prácticamente imposible. ¿Cómo lo haces?,¿ en la cola?, ¿en qué silla te sientas?, ¿cómo afrontas las miradas de la gente?.... En fin, que la sociedad no está aún preparada para que las mamás den el pecho en cualquier lugar (estaría bien que se inviertiera también dinero en campañas de sensibilización para esto y no sólo en concienciar a la mujer). Y luego está el tema de las estaciones. Si es primavera o verano y lo de la gente, las miradas, etc, te da igual, pues genial, sales y te sacas el pecho en la calle. Pero si es otoño o invierno, cómo vas a dar el pecho en medio de la calle, por muy soleado que esté el día?. A ver, que un bebé puede llegar a pedir leche cada media hora, y eso, por mucho que insistan los médicos, me resulta INCOMPATIBLE con cualquier otra cosa. Y ya no estoy hablando de cosas superfluas sino cosas que son también muy necesarias para el bebé, como que mamá y bebé puedan salir a tomar el aire, que mamá pueda ducharse y asearse, que un abuelo pueda hacerse cargo del bebé mientras mamá duerme o va a su médico a hacerse una revisión, etc. Si tu situación es esta, que no te cuenten milongas. Ve al médico, explícale la situación y valorad si es necesario darle al bebé un suplemento de leche artificial para alargar las tomas y que quede más saciado. Por lo general son bastante reacios a introducir suplementos o a dar ningún tipo de explicación sobre cómo preparar un bibe, qué tipo de leche dar, qué cantidad y cómo se le debe ofrecer. En el mejor de los casos te explicarán todo esto pero te dirán que sobre todo compres un bibe especial que no interfiera en el agarre al pecho. De nuevo, mi consejo es que pienses si vas a seguir dándole el pecho a tu hijo por mucho tiempo (entonces sí que te conviene la inversión y hacer la prueba) o si la suplementación va a ser una transición hacia la lactancia artificial (en ese caso, prueba con biberones normales hasta que encuentres el que mejor acepta tu hijo).

6. Todo va bien, pero estás agotada y tu pareja quiere ayudar pero no puede. A ver, tu pareja puede y debe ayudarte haciéndote compañía, llevándote agua durante las tomas, tomando el tiempo que el bebé debe estar en cada pecho, etc. Esa es su misión y debe asumir que no te puede sustituir dando el pecho porque no tiene! Muchos hombre se sienten mal por no poder alimentar a sus hijos, pero aquí lo importante no son ellos sino sus bebé, y es función de todos (de nuevo creo que habría que hacer campañas para todos que incluyeran este tipo de cosas) hacerle comprender que apoyando a la madre, cuidándola, manteniéndose despierto con ella, etc, está contribuyendo al bienestar de su hijo. Si en cambio es la madre la que no está bien, y necesita que le sustituyan en alguna toma, se puede combinar el pecho con biberón. Sí, se puede! Aunque no te lo van a decir a la primera de cambio. Las opciones son dos: o mamá se saca leche suficiente para que su bebé pueda tomar bibe en una o dos tomas y esas se las da su papá o alguien cercano. O se combina leche artificial y pecho. 

Existen un par de riesgos: 

uno es que el bebé se adapte al biberón y poco a poco pierda la capacidad de succión del pecho. Por lo general les resulta más fácil succionar la tetina que el peco y se acaban volviendo "vagos" por así decirlo, prefiriendo el biberón al pecho. Esto, en honor a la verdad, es bastante raro, ya que el bebé siempre busca el contacto y el olor de mamá. Pero también puede pasar que siga queriendo pecho y succione mal (que succione como si fuera la tetina), causando grietas. Soluciones: comprar los biberones que imitan el pecho de la madre (Medela tiene unos que van muy bien) o si vais a arriesgar con biberones de tetina normal, tener preparadas pezoneras por si acaso. 

El otro riesgo es que el bebé se acostubre a la leche artificial y la prefiera a la de mamá. De nuevo, es raro, porque por instinto el bebé prefiere siempre a su mamá, pero para evitarlo, lo que se puede hacer es darle leche de mamá previamente extráida con una sacaleches, Así no hay diferencia de sabor y no es posible que el bebé prefiera una a otra.

sábado, 20 de julio de 2013

Volver a ser mujer...

A ver, si sois de las que ya habéis superado los dos primeros meses de vida de vuestro bebé y aún seguís en esa "nube" en la que entrasteis cuando disteis a luz, este post no es para vosotras. Sólo tengo que daros mi mas sincera enhorabuena y animaros a seguir así de felices y embelesadas con vuestro bebé.

Si en cambio eres de las que aún no has llegado al primes mes y no ves la luz al final del túnel, tal vez este post te sirva para animarte. Porque, reconozcámoslo, a veces lo de ser mamá no es tan de color de rosa como nos lo habían pintado. Muchas mujeres, a pesar de ser enormemente felices por la llegada de su tan deseado hijo, se ven superadas por la responsabilidad, el cansancio, la soledad y la sensación de estar "atrapadas" en un interminable 'día de la marmota' tras la llegada de su bebé. Y es que pasados los primeros días en que todo son visitas, regalos y parabienes, la mujer se queda sola en casa con un ser totalmente dependiente, agotada por el parto y por la atención que reclama el bebé y... además, digámoslo claro: con una casa que se nos viene encima y un cuerpo con el que no nos sentimos nada atractivas. ¡Y encima nos sentimos culpables por sentirnos así!

Bien, pues para todas las que estéis en este segundo grupo ahí va mi primer consejo: de entrada, nada de culpabilidad. Aunque haya quien os tache de frívolas, sentirse bien con una misma no es una frivolidad, es necesario para afrontar este período de maternidad con optimismo. Y es que sentirse mujer de nuevo no es imcompatible con sentirse mamá o ser la mejor mamá del mundo. Pensad que cuanto mejor estéis vosotras mejor estará vuestro bebé, ya que les transimitimos todos nuestros estados de ánimo. A continuación, mi decálogo personal para "salir del túnel" con éxito y poder disfrutar a tope de la maternidad sin sentimientos de culpa:

1. Habla con tus iguales. Es importante que antes del parto y tras él busques cursos y actividades donde podrás conocer a otras mamás con bebés más o menos del mismo tiempo que el tuyo. Hablar con ellas y darte cuenta de que estáis pasando por lo mismo te ayudará, además de ser una oportunidad estupenda para intercambiar trucos y entablar nuevas amistades.

2. Sal de casa. Intenta dar paseos cada día con tu bebé lo antes posible. Así no te sentirás "encerrada". Además del efecto anímico, existe un efecto fisiológico en el hecho de salir a pasear, ya que el sol y la luz del día nos ayudan a sintetizar melatonina que produce un efecto beneficioso tanto en nosoitras como en nuestros bebés.

3. Busca hobbies o actividades que te gusten y puedas hacer con tu bebé. Hoy en día hay una amplia oferta de actividades de todo tipo, tanto gratuitas como de pago, que se pueden hacer con bebés: desde gimnasia post parto, hasta la asistencia a ludotecas o cursos de estimulación del bebé, etc.

4. Olvídate de tener la casa perfecta. Lo primero es tu bienestar y el de tu hijo, y luego viene lo demás. No te exijas demasiado, pero si necesitas tener la casa limpia y ordenada para sentirte cómoda, planifícate y haz sólo una cosa al día. Tendrás la casa en orden sin darte una plaiza ni renunciar al descanso, los paseos, la vida social...

5. Recupera cuanto antes tu vida social. Queda con tus amigos de siempre en casa o fuera, cuando salgas de paseo. Hablar de otras cosas que no sean el bebé también te ayudarán a sentir que vas recuperando parcelas de tu vida.

6. Guarda la ropa de embarazada lo antes posible y ponte ropa "normal". Seguir poniéndose la ropa de embarazada hace que sintamos "nostalgia" del embarazo y no nos permite avanzar hacia la siguiente fase que es la de volver a ser la mujer de antes, ya convertida en mamá.

7. Antes de cumplir el mes y medio, ve a la peluquería. No te hagas nada drástico, simplemente hazte el tinte de siempre, corta las puntas, que te pongan una buena mascarilla y que te peinen como si fueras a salir con tu pareja a cenar a un restaurante esa misma noche.

8. Haz ejercicio. Caminar es algo que puedes hacer con tu bebé sin problemas, tanto si lo llevas en la mochila como si va en cochecito. Esto te ayudará a eliminar líquidos y tonificar rápidamente. También es bueno que hagas una tabla de ejercicios de recuperación post parto y más adelante, cuando el médico te lo indique, podrás hacer ejercicios más intensos para perder peso y recuperar la zona abdominal. Para todo esto no es necesario ir al gimnasio: bailar es un ejercicio estupendo que nos sube el ánimo, podemos hacer con el bebé, y además nos ayuda a quemar calorías. Si tienes videoconsola puedes utilizar una vidojuego de baile tipo zumba, que es divertido y tiene distintos niveles de dificultad!

9. Haz alguna actividad de pareja: prepara una cena romántica en casa o salid juntos con el bebé a tomar un vermout el domingo a una terracita.

10. Pídele a tu pareja que al menos una vez a la semana se ocupe del bebé mientras tú te tomas tiempo para ti: para depilarte, ponerte cremas, darte una ducha de campeonato, o simplemente tumbarte a dormir o a leer un libro. Te sentará genial y te ayudará cargar plias para el resto de la semana.


jueves, 18 de julio de 2013

La primer ecografía...su primera foto "oficial"

Tras conocer vuestro estado mediante el test de embarazo comprado en la farmacia,
llamaréis al médico para solicitarle hora. A pesar de que el resultado haya sido inequívoco, pasaréis los días previos a la visita nerviosos; nervios que irán en aumento en la sala de espera y durante la conversación previa con el doctor.

Así que, cuando por fin, y tras lo que a vosotros os habrá parecido una eternidad, paséis a realizaros la exploración, vuestra sensibilidad estará a flor de piel. Por fin habrá llegado el momento de "ver" por primera vez a vuestro futuro bebé. Bueno, no quiero romper la magia del momento, pero ver, lo que se dice ver, no es que se vea gran cosa. Sin embardo, si estáis de suficientes semanas, lo que sí que podréis oír con claridad es el latido de su corazón. Ahí es cuando por primera vez te das cuenta de que efectivamente llevas una vida dentro. Su corazón ya late dentro de tí, bombeando sangre a su minúsculo y aún deforme cuerpecito. Y es en ese sonido que se te mete en la cabeza y ya no te abandona hasta el final del embarazo donde reside la importancia de esta primera ecografía.

Normalmente os darán una "foto" del embrión, donde con un poco de suerte veréis una figura alargada tipo larva y un puntito más destacado en medio que os dirán que es el corazón. Y vosotros la guardaréis para mostrársela con orgullo a toda la familia y amigos que por no desanimaros os dirán que se ve todo perfecto....Mentira! Pero qué daño puede hacer este tipo de mentira? Además, a vosotros os da igual, aunque os dijesen que es imposible distinguir la cabeza de la cola (sí la cola, porque los embriones tienen colita), vosotros seguiríais convencidos de que veis perfectamente todo su cuerpo, e incluso intuís ya si es niño o niña y a quien de los dos se parece.... ¿a que sí?. Es la fuerza del amor y el deseo tan grande de ser padres lo que, en este caso en lugar de cegarnos, nos da superpoderes para ver cosas más allá de lo que ven los ojos "normales".

Otras cosas que mirará el doctor es que el embrión esté en el lugar correcto, que no haya quistes ni en los ovarios ni en el útero, etc. También os hará un cálculo de la fecha prevista de parto (FPP), en base a la última regla y las medidas del embrión. De esa forma empezaréis a contar los meses por semanas y empezaréis a hacer planes en torno a esa fecha tipo: para cuando nazca yo tendré x años, o será ya verano, o lo que sea. De todos modos, el embarazo no es una ciencia exacta y debéis saber que los ginecólogos se auto-conceden una margen de  semanas de error -dos por delante y dos por detrás de la FPP. Como decía la comadrona del curso de preparación al que yo asistí: con ese margen de error yo también acierto! Y eso dentro de un embarazo normal, es decir, considerado a término, porque también puede ser que al niño le entren las prisas por salir y decida venir al mundo en la semana 36!. Por eso, no sirve de mucho hacer demasiados planes en torno a la fecha, aunque es inevitable que todos los hagamos.

Para finalizar la visita, el doctor y la enfermera os darán la enhorabuena y os explicarán los próximos pasos a seguir. Como si de la firma de un contrato se tratara -y es casi, casi, así- os daréis las manos y os despediréis hasta la próxima visita. Y es que, a partir de ese momento y hasta que el bebé nazca, estáis en sus manos, y vais a veros muy a menudo, por lo menos una vez al mes, sin contar con todos los análisis y pruebas que os solicitará entre visita y visita. Bienvenidos al apasionante mundo del seguimiento del embarazo! Y sin embargo, todas esas visitas y pruebas no os pesarán. Es más, desearéis que llegue la siguiente visita para poder volver a ver y oír a vuestro bebé, explicarle todas vuestras sensaciones al médico, hacerle las preguntas que os surgirán que serán muchas, y que él os confirme que está todo bien. Teniendo en cuenta esto, es importante que elijáis bien el equipo y centro donde queréis que os hagan el seguimiento de vuestro embarazo. No es raro que las parejas peregrinen de una ginecólogo a otro hasta que dan con el que les convence. Es imprescindible que confiéis en el equipo y que cubra todas vuestras necesidades. Un embarazo es algo importante en la vida de una pareja y el parto más. Aunque os parezca lejano, preguntaros cómo os gustaría que os atendieran en el parto y post parto, y buscad un médico y un centro que respete esos deseos y que os ofrezca buenas sensaciones, porque de esta forma viviréis la experiencia mucho más tranquilos y confiados.

Y ahora, un apunte para las chicas que acaban de iniciar este viaje precioso: en la primera visita mi médico me recomendó dos cosas: disfrutar todo lo que pudiese de mi embarazo. Es decir, no preocuparme demasiado por las cosas  y vivir mi estado como una embarazada no como una enferma. La segunda recomendación consistía en no escuchar historias de otros embarazos, centrándome en vivir el mío, ya que todos los embarazos son distintos, incluso en una misma mujer distintos embarazos pueden ser distintos. Creo que son los mejores consejos que una mujer puede recibir en su primer embarazo, ya que todas tendemos a preocuparnos por cualquier cosa y andamos preguntando o consultando internet donde acabamos encontrando historias de lo más variopinto que seguramente nada tengan que ver con la nuestra. Además, la familia, los amigos, etc, tienden a decirte lo que puedes y no puedes hacer. Mi recomendación: pregúntale tus dudas sólo a tu médico, haz lo que él te recomiende, relájate y disfruta todo lo que puedas de tu embarazo. 


lunes, 15 de julio de 2013

Las mil y una preguntas: ¿Duele el ombligo?

Que levante la mano la mamá o el papá que no se haya hecho esta pregunta al tener a su primer hijo! Es curioso porque, aunque todos tenemos ombligo, no nos hacemos esta pregunta hasta que tenemos a nuestro bebé, o estamos a punto de tenerlo. Nadie se cuestiona cómo llegó a tener ese ombligo perfecto que ahora luce con orgullo en la playa... ni si le dolió. Algunos hasta se sorprenden al saber que el ombligo no es más que la cicatriz que deja el cordón umbilical al secarse y caerse y que es justo por ahí por donde pasamos nueve meses conectados a nuestras madres, alimentándonos y "respirando" a través de ese cordón que nos une a la placenta que se forma sólo en el embarazo y que, pegada al útero materno, nos da todo lo que necesitamos para formarnos antes de nacer.


Pero vamos al grano: el ombligo no duele. Al menos eso es lo que contaron a mí las comadronas del hospital. Y la explicación es que no tiene terminaciones nerviosas, y por tanto, no puede mandar señales de dolor al cerebro. Por eso, y aunque nos resulte difícil de creer, debemos dejar a un lado los miramientos y limpiarlo bien para que seque y se caiga cuanto antes. Lo ideal es hacerlo 3 veces al día, con alcohol de 70º (nunca de 90º!) y unas gasas. La limpieza consiste en humedecer bien una gasa en alcohol y pasarla alrededor de la parte del cordón que queda pegada a la piel del bebé, por debajo de la pinza, como si qisiérmos atar la gasa en torno al cordón. Luego, con otra gasa también humedecida, hay que dar toquecitos en la base del cordón, justo donde toca con la piel, y donde al final acabará quedando el ombligo.

Aunque tenga un aspecto feo, os daréis cuenta de que el ombligo no huele. Puede cambiar de color y consistencia, ya que se va secando, pero oler no huele. Y si huele es porque no está cicatrizando bien. En ese caso hay que ir directos al pediatra a que se lo curen con nitrato de plata (esto sólo lo puede hacer el pediatra).

Si se realizan correctamente las curas, en un plazo de entre 5 y 10 días más o menos debería caerse solo (en algunos casos puede tardar algo más). Lo importante es no mojarlo nunca durante ese tiempo e incluso esperar una semanita más antes de meter al bebé en la bañera después de que se haya caído. Pensad que lo que queda cuando se cae es una cicatriz, y como toda cicartriz, si se moja la costra, puede reblandecerse e infectarse. En ese tiempo, deberéis "bañar" al bebé en seco. Para ello necesitaréis una esponjita y unas planaganas o cubetas de agua sola por un lado y agua con jabón por otro (ya hablaremos de estos utensilios básicos para los primeros días en otro post).

Tampoco es conveniente poner gasas o algún otro tipo de compresión alrededor del ombligo como se hacía antes, ya que así comprimimos la zona abdominal del bebé, y además no dejamos "respirar" al ombligo que secará mucho mejor al aire libre. De hecho, lo que actuialemnte enseñan en muchos hospitales es a cortar un triangulito en el pañal para que éste deje la pinza y el ombligo por fuera, o a poner el pañal con las pegatinas en V para lograr el mismo cometido.

Si al cicatrizar el ombligo queda un  poco hacia afuera, tampoco hay que poner nada (ni monedas ni ejercer ningún tipo de presión sobre el mismo para que entre. Hoy en día esos se soluciona con cirugía menor, pero en cualquier caso, es el pediatra quien debe valorar qué hacer y explicaros cómo proceder.

Y de repente...un bebé!

Reconozcámoslo: tener un bebé es una experiencia maravillosa pero también extenuante. Los primeros meses de vida de un bebé ponen a prueba la resistencia física y mental de la madre, la fortaleza y estabilidad de la pareja y deja en jaque toda la logística familiar. Si a todo ello le sumamos los nueve meses de embarazo y el parto, ese momento mágico que es tener a tu bebé en casa en sus primeros días, puede acabar conviertiéndose en una dura prueba para la mamá. Y el papá, a pesar de que no dé a luz ni pase nueve mese viendo cambiar su cuerpo, también es puesto a prueba: él suele encargarse de los trámites administrativos, que no es poco, mientras encaja con dignidad el pasar a un total segundo o tercer plano, y a los quince días, de vuelta al trabajo, debiendo renunciar ver a su hijo en todo el día y sabiendo que no volverá a recuperar a su mujer hasta que el niño no sea algo más autónomo....

Si vais a ser papás y no queréis perder los nervios en el intento vais a tener que aprender a organizaros y a organizar también a los demás en función de ese nuevo pequeñín que ha llegado para instalarse en vuestras vidas y si os descuidáis incluso para apropiarse de ellas.

Algunos consejos para la supervivencia:

- En los primeros días, poned horarios de visita y racionadlas con cuidado. Soy de la opinión que una pareja que tiene un bebé debería pasar los primeros días el mayor tiempo posible a solas con su bebé para adaptarse los tres. Sin embargo, justo esos son los días en los que, por tradición, más visitas recibimos. En cambio, cuando la mamá se queda sola porque el papá vuelve al trabajo, nadie más viene a verla. Pensad antes del parto si preferís que vengan a veros todos al hospital o a casa o ambas cosas, y en cualquier caso, hablad antes de esa fecha cómo queréis atender a las visitas. Es importante que la mamá pueda tener intimidad, incluso cuando haya visitas, para dar el pecho a su bebé. También hay que establecer horas de descanso. Hay que decidir cómo y quién le explicará a la família cuales son vuestros deseos en cuanto a visitas. Incluso pensad si preferís pasar las primeras horas a solas con vuestro bebé, sin los abuelos o hermanos... Por lo general esto no se piensa o se deja al criterio de los demás. Otras veces, por respeto hacia nuestros padres, les permitimos que estén en la sala de espera mientras damos a luz para que vean al bebé recién nacido en cuanto lleguemos a la habitación. Claro, con la ilusión que tienen cómo no vamos a dejarles.... pensamos. Pero cuando por fin tenemos a nuestro bebé en brazos nos damos cuenta que tanto él como nosotros hubiésemos preferido tener unas horas para conocernos a solas, hacer el piel con piel y ponérnoslo al pecho con calma y sin miradas indiscretas... Pensadlo bien, porque esas primeras horas, esos primeros instantes, pasan y ya no vuelven.

- Pedid a las personas de confianza que cuando vengan a veros a casa os traigan cosas que realmente necesitéis: comida cocinada lista para calentar, agua del súper -los primeros días se gasta en grandes cantidades- los pañales o toallitas que se os olvidó comprar...

- Salid a la calle en cuanto podáis. Es bueno para vuestros bebés, pero también para vosotros. Además, así tenéis la excusa para disfrutar de un ratito a solas, o incluso podéis decir a las visitas que os acompañen en el paseo y así no tenéis que preocuparos de cómo tenéis la casa o de si hay bebidas en la nevera para ofrecerles.

- Repartíos las tareas. Tan importante es atender al bebé como atender otras cosas básicas de la casa: hacer la comida, tirar la basura, solicitar todos los documentos que necesitará el bebé y vostotros para las empresas, etc. Pero si en algún momento esa distribución no os gusta, replanteárosla. A veces los chicos se empeñan tanto en sus funciones que las mamis se sienten un poco solas en el cuidado del bebé a pesar de comprender que su compañero también está haciendo cosas útiles. Y es que, a veces la mamá necesita tener a su compañero a su lado, simplemente para que le dé apoyo, mientras atiende al bebé dándole el pecho, cambiándole, etc. Y al revés también sucede: a veces el rol logístico que asumen los chicos les hace sentir "desplazados" como si de repente pasaran de ser los padres comprometidos e implicados que les pedimos que fuesen durante el embarazo a ser simples "gestores" del hogar. Y es que ellos también tienen derecho a pasar todo el tiempo que puedan junto a sus bebés!

- Haced acopio de "material" antes del parto. Por ejemplo, llenad el congelador de comida ya cocinada -mejor si es casera-, comprad más aceite, más jabón, más papel higiénico, etc. del que normalmente necesitéis. Pensad que muy probablemente no podréis hacer grandes compras en algúnos días  o tendrá que ir sólo uno de los dos al súper, por lo que la compra debería de ser el último de vuestros problemas.

- Salid de paseo inmeditamente después de las tomas y especialmente cuando el bebé esté despierto. De este modo evitréis que pida comida en el paseo y además combatiréis el cansancio al aire libre en los ratos en que sí o si deberéis estar por él. Cuando el bebé duerma, en casa, intentad descansar vosotros también o estableced turnos de descanso.

- Empezad a establecer rutinas a las que os acostumbréis todos, sin intentar ser demasiado rígidos en los horarios. Por ejemplo: paseo por las mañanas, baño por las tardes, etc. De esta forma, veréis que, aunque el bebé imponga nuevos ritmos en la familia, hay tiempo y espacio para todos y para todo.

Y en general, tomároslo todo con mucha paciencia... con un bebé se suelen dar dos pasitos para alante y uno para atrás, así que no tengáis prisa... las prisas son siempre malas consejeras y con los bebés más. 

En otro post daré consejos más específicos para las mamás, pero en general estos consejos para la pareja a mi me sirvieron de mucho y espero que a vosotros también os sirvan. 

miércoles, 10 de julio de 2013

El primer positivo

Cuando es el primer intento tal vez no le prestes tanta atención, pero si lleváis tiempo
buscando un bebé, cada mes, cuando se acerque la fecha en la que debería bajarte la regla, cualquier síntoma te parecerá un indicio de que estás embarazada.

De repente, te verás más hinchada, creerás sentir más los olores, si tienes dolor de cabeza pensarás que son las hormonas, o tendrás incluso naúseas que atribuirás convencidísima a un posible embarazo. Lo cierto es que si estás embarazada es muy poco probable que lo sientas en las más o menos dos semanas que van desde la ovulación hasta la regla. Probablemente tu embarazo pasará desapercibido incluso para ti, a pesar de que en tu cuerpo haya empezado toda una revolución hormonal.

La primera señal de verdad que debería hacerte pensar en un embarazo es la ausencia de regla. Pero no de un día ni de dos, ya que muy probablemente los nervios y las ganas de quedarte encinta te jueguen malas pasadas y te retrasen o adelanten el ciclo (es que nuestro cerebro es capaz de cualquier cosa). Yo recomiendo esperar al menos una semana antes de ir corriendo a la farmacia a comprar el test de embarazo.

Si ha pasado una semana de la fecha prevista de menstruación, entonces tal vez sí que sea el momento de comprobar si hay un bebé creciendo dentro de tí. Tu primer impulso será salir corriendo y comprobarlo cuanto antes para probarlo te encuentres donde te encuentres. Pero piensa en dos cosas: si sale negativo, tal vez después de haberte hecho el test preferirás compartir ese momento con tu pareja o con alguien de tu confianza, que te dé apoyo y te ayude a recuperar fuerzas. Si sale positivo, también querrás comunicárselo enseguida a tu pareja o incluso haber compartido ese momento juntos. Por eso, elige bien el momento y lugar más adecuados para hacerlo. Tal vez el trabajo no sea el mejor lugar, ni tampoco a solas en tu casa cuando él está de viaje... Además, creo que si a los chicos de hoy les pedimos compromiso e implicación en esto de la paternidad, también es responsabilidad nuestra hacerles partícipes de todos los momentos clave de este proyecto.

Hoy en día venden muchos tipos de tests en la farmacia, que ofrecen mucha fiabilidad. Tanto si son de rayitas como de caritas sonrientes, su función es la misma: indicarte mediante un reactivo a las hormonas que se producen en mayor cantidad con el embarazo, si estás o no embarazada. No obstante, debéis saber que no son infalibles y que a veces dan falsos resultados. 

Tampoco aconsejo comprar todos los tests que venden. Con uno bastará para salir de dudas. Si es positivo, habrá que acudir igualmente al médico para la primera ecografía; si es negativo, simplemente habrá que seguir intentándolo y si ofrece un resultado ambiguo o es negativo pero sigue sin bajar la menstrucación también es aconsejable acudir al médico para que nos aclare qué esta pasando. Es decir, que lo del test sirve sólo para no acabar comiéndonos todas las uñas de nuestras manos hasta que vamos al médico, pero en la mayoría de los casos lo que en realidad nos servirá para salir de dudas 100% es la visita al ginecólogo.


martes, 9 de julio de 2013

Las mil y una preguntas: ¿Tienen sed los bebés?

Esta es una pregunta que yo me hice durante bastante tiempo en los primeros meses. No entendía cómo el bebé podía sobrevivir exclusivamente a base de leche, a pesar de comprender que ésta está compuesta básicamente de agua. Y es que, si yo me bebo un vaso de cualquier otra cosa que no sea agua cuando tengo sed, sigo teniendo sed!

Indagando, descubrí que los bebés en sus primeros meses pueden, efectivamente, alimentarse exclusivamente con leche. Además, como no tienen desarrollado aún el instinto de la sed, no saben lo que es. Eso no quiere decir que no la tengan, es que no saben lo que es. De hecho, llegado el verano, en que las temperaturas suben y ellos sudan más, es importante que estén bien hidratados. Y esto se consigue también ofreciéndoles agua de vez en cuando entre tomas. De todos modos, antes de empezar a ofrecerle agua debéis consultar a vuestro pediatra para que os confirme que efectivamente no hay problema en empezar a hacerlo.

Es posible que si el bebé es muy pequeño rechace el agua, porque le resulta insípida. Entonces se puede probar a mezclar el agua con unas infusiones que venden aptas para bebés, dándole así un poco de sabor. Si aún así la rechaza, no os preocupéis, porque la leche, sobre todo si es materna, tiene un alto contenido de agua. Lo que no se debe hacer es añadir más agua en el biberón si le dais leche de fórmula, ya que entonces desequilibramos las proporciones indicadas por el fabricante y que están calculadas para aportar el máximo beneficio al bebé.

En esos casos en los que rechazan el agua, es posible que el bebé pida comer más a menudo o que haga "minitomas" entre las tomas. También puede ser que haga tomas más seguidas pero de menor cantidad. Es decir, que los bebés son más inteligentes de lo que creemos y su organismo se autoregula bastante bien. Eso sí, vigilad que esté siempre bien hidratado: evitad que sude demasiado o que padezca calor (si tiene la nuca húmeda es que tiene calor), vestidlo con ropa fresquita de algodón 100%, y protegedle bien del sol al aire libre (gorrita, incluso gorrita mojada si hace mucho calor y crema solar con factor de protección 50).


lunes, 8 de julio de 2013

Consejo: cuánta ropita le compro a mi bebé?

Si estás esperando a tu bebé, llegará un momento en el que, irremediablemente, entrarás en alguna tienda de ropita y te volverás literalmente loca. Todo es tan bonito y tan moooono. Tan pequeñito... se lo comprarías todo, verdad? Sí, a todas nos ha pasado... 

Sin embargo, si tu bebé no ha nacido aún, mi consejo es actuar con prudencia. Piensa que todo lo que le compres a tu recién nacido te servirá durante muy poco tiempo, pues los bebés crecen rápidamente cuando ya están fuera de la barriga. Además, como deberás lavar toda la ropita antes de ponérsela y quitar todas las etiquetas de la misma (incluidas las que indican la talla o la marca, pues les pueden provocar rozaduras e irritación en su delicada piel), nada de lo que compres se podrá cambiar. Recuerdo que una vez, ya en la recta final del embarazo, le consulté a mi ginecólogo: "doctor, me podría decir más o menos cuánto medirá el bebé? Es que quiero comprarle ropa que le venga..." Y el doctor me contestó: "Pues es que lo del tamaño no es una ciencia exacta. Pero tú cómprale poca y si no le viene la cambias y listo..." La enfermera y yo nos cruzamos unas miradas cómplices como diciendo: "se nota que es hombre y no sabe lo que dice..." Total, que me quedé con la duda.

Para emprezar, lo mejor antes de comprar nada es que te informes en el hospital de qué quieren que lleves como primera puesta. Eso es imprescindible y sí que deberás comprarlo. Por lo general piden bodys (los más cómodos son los que van con botones automáticos y se abren enteros, pudiéndolos abrochar por delante); polainas (son los pantaloncitos que van con el pie cerrado, muy cómodos para los recién nacidos ya que aún no regulan bien la temperatura y sus pies necesitan ir tapados), alguna chaquetita, gorrito y tal vez manoplas por si nacen con las uñas largas y se arañan.

¿Cuántas prendas? Una amiga mí me dijo una vez que lo ideal para llevar al hospital es como para 7 días. Siempre existe la posibilidad de que te hagan una cesárea y los niños manchan mucho...así que hay que cubrir por lo menos para cinco días de ingreso más alguna muda de recambio. Obviamente de gorritos y chaquetitas bastará con 2 o 3. De polainas y bodies sí que recomiendo entre 7 y 8. Manoplas con un par bastará.

Para casa, no es necesario mucho más, ya que la ropita del bebé hay que lavarla enseguida, con lo que probablemente no esperaréis una semana para reponer lo que haya manchado. De todos modos, yo calcularía como para una semana (o sea 7 prendas de arriba y de abajo) y alguna muda de repuesto (en total 8 o 9) y con eso, para el recién nacido es suficiente.

En cuanto a las tallas, yo jugaría con al menos un par de tallas. Recuerdo que a mi me preocupaba tanto no haber acertado con la talla que mientras iba camino del paritorio con la enfermera y esta me pidió la primera puesta, le dije: "si ve que no le cabe, avíseme, que traigo más ropita por si acaso..." La enfermera me miró sorprendida como pensando "vaya preocupación más rara para una mujer que está a punto de parir", pero me sonrió encantadora, y me dijo "no te preocupes, a todos los bebés les suele sobrar...". Y es cierto, en la mayoría de los casos los bebé no nacen con más de 50 cm, por lo que tanto si compras la ropita de la talla 52 como la de la 56 le vendrá bien.

Intentando tener un bebé... segunda parte

Si tras un tiempo intentándolo "Mamá Naturaleza" no parece estar por la labor de ayudaros a tener el bebé que deseáis, empezaréis a pensar en recurrir a ayuda "externa". Llegado ese momento, surgen muchas dudas y temores, incertidumbres y preguntas que voy a tratar de reunir en este apartado.

¿Cuánto tiempo esperar antes de acudir al médico?
Eso depende de cada pareja y de cada caso. Por lo general es el ginecólogo quien marca la pauta, aunque en la mayoría de los casos se inician los exámenes tras un año de intentos infructíferos. Una de las cosas que creo que es conveniente hacer es acudir al médico ANTES y no después de empezar a intentarlo. Es decir, explicarle vuestros planes de tener un hijo, así él os dirá después de cuanto tiempo tenéis que empezar a pensar en haceros un estudio de fertilidad si el bebé no llega.

Por lo general te dicen que lo intentes durante un año, pero que lo hagas en serio, es decir, cada mes y calculando los días fértiles, ya que si no, no sirve de nada. Hay casos en los que es conveniente esperar más (puede ser hasta 2 años) y otros en los que se espera menos. Obviamente siempre podéis acudir a una clínica privada y decidir vosotros cuándo iniciar el proceso. Mi consejo personal es que no tengáis prisa. Creo que eso es de lo que pecamos todos cuando llegados a una cierta edad y después de un tiempo intentándolo no conseguimos el resultado esperado. Y es porque empezamos a obsesionarnos con el tiempo, vemos que los meses van pasando y creemos que si dejamos pasar más tiempo puede ser tarde.

Pero para iniciar un proceso de estudio de fertilidad hay que estar preparado, y para estar preparados es importante que creáis de verdad que habéis dedicado todo el tiempo y esfuerzo que podíais en tener un hijo de forma natural. Porque lo que viene a continuación seguramente va a resultaros largo, va a poner a prueba vuestras emociones y va a requerir también de una fortaleza física importante, especialmente en el caso de la mujer. No quiero parecer dramática, pues al final veréis que tampoco es tan horrible, pero sí que es cierto que el proceso no es rápido ni sencillo, y que te obliga a pasar por momentos de tensión.

Dicho esto, intentaré explicaros de forma sencilla lo que por lo general pasa a continuación.

¿Qué pruebas nos van a hacer?

Empezaré por los chicos, porque es mas fácil. A ellos suelen pedirles sólo una muestra de esperma para analizar (espermiograma). Lo que miran básicamente es que haya "bichitos" y que estos sean una cantidad suficiente y que tengan también suficiente calidad. Por tanto: que haya, que haya bastantes y que de estos, sean válidos un buen porcentaje. A mi me sorprendió saber que prácticamente la mitad de ellos suelen ser "inútiles" por amorfos, porque les falta la cola, porque no se mueven, etc. Cuánto material que produce el cuerpo y no sirve para nada!

¿Y a nosotras?
Bueno, pues a nosotras nos hacen unas cuantas pruebas, más que nada porque como en todo en la vida, en esto también somos más complejas y hay más cosas que mirar. Pensad que nosotras, además de proporcionar la "semillita", tenemos que ofrecer también un terreno fértil, yn contenedor perfecto y unas condiciones necesarias para que todo marche... Las pruebas más habituales son:

- Ecografias vaginales para ver que todo esté correcto. Te miran la matriz, el cuello del útero y sobre todo, si ovulas, si lo haces en las fechas calculadas y si tras la ovulación el óvulo se rompe correctamente y el ovario se vacía. También miran si produces uno o más óvulos al mes, etc. Por eso, os pedirán que vayáis varias veces a la consulta , tanto antes como después de la ovulación.

- Análisis de sangre. De estos también hay que hacer varios. A través de éstos se miran todas las hormonas que influyen en la ovulación. De esta forma se ve si además de ovular, esta ovulación es de calidad.

- Histerosalpingografía. Con esta prueba miran que las trompas de falopio sean permeables, es decir que permitan pasar el esperma para que llegue hasta el óvulo y lo pueda fecundar. Si miráis por internet veréis que es una de las pruebas más temidas de todas las que hacen para analizar la fertilidad de la mujer. Por ello, creo que es necesario entretenerme un poco más en ella y así analizar qué hay de mito y qué de verdad en todo ese miedo. La prueba en sí consiste en introducir un líquido de contraste por vía vaginal en la mujer y en tomar unas "fotos" que son radiografías durante el proceso. Estas radiografías muestran por dónde pasa el líquido de contraste, y de esta forma se puede ver si las dos trompas son permeables. Sinceramente considero que el gran problema de esta prueba radica en que no te la puede hacer tu ginecólogo o personal del equipo de ginecología, sinó un radiólogo. De ahí surgen dos inconvenientes: el primero es que el radiólogo es experto en radiografías, por lo que le da igual hacer t¡radiografías de un pie para ver un esguince que de tu aparato genital. El segundo es que por lo general el ginecólogo que te pide la prueba y el radiólogo ni siquiera se conocen o trabajan juntos, por eso el ginecólogo no te puede dar demasiados detalles ni ayuda en la preparación de la prueba. La consecuencia de todo esto es que la mujer llega a la prueba llena de temor, en primer lugar por el posible resultado, en segundo lugar por el posible dolor, en tercer lugar por ponerse en manos de un desconocido y en tercer lugar por la poca información recibida sobre la prueba o cómo prepararse para ella. Por eso, mi consejo es que pidáis toda la información que creáis necesaria, tanto al ginecólogo como al equipo de radiología antes de realizarla. Eso os dará tranquilidad para afrontar mejor la prueba.

Por lo que respecta al dolor, es algo muy relativo. Creo que no se puede afirmar 100% que sea una prueba dolorosa pero tampoco totalmente indolora. Depende de la pericia del radiólogo (por eso también aconsejo, si os es posible, acudir a centros donde hagan habitualmente este tipo de pruebas y donde el radiólogo que os la haga tenga ya mucha experiencia en hacerlas) y del lindar del dolor de cada mujer. Lo que sí os puedo decir es que la prueba dura poco tiempo y que si vais relajadas pasa antes. La mayoría de mujeres lo que sienten es como un dolor de regla un poco fuerte cuando se introduce el líquido de contraste. También podéis sentir una molestia en el momento de anclar el catéter. Pero pasa rápido, y pensad: si todo esto lo hacéis porque queréis quedaros embarazadas, seguro que estáis mentalizadas y dispuestas a soportar más dolor en el parto no?. Ya hablaremos más adelante del parto, porque en ese caso lo del dolor también es relativo... Otra cosa que hay que tener en cuenta de la histero es que también debe realizarse en u momento determinado del ciclo si no, puede dar un resultado equívoco y tendrán que repetírosla. Como no queréis pasar dos veces por lo mismo -creo que con una es suficiente- mejor informaros bien de cuándo debéis hacerla y aseguraos que os den cita para esas fechas. Si no es así, más vale dejar pasar un mes que hacerla de prisa y corriendo y luego tener que repetirla.

En cuanto a cómo prepararse para la histerosalpingografía, no hay un consenso. Hay médicos que recetan algún calmante para antes, algunos que además dan también algo de antibiótico para prevenir una posible infección, y otros que son partidarios de no dar nada. Sé de casos en los que el radiólogo, si ha visto muy nerviosa a la paciente, le ha adminsitrado algún calmante o sedante antes de la prueba. Creedme que no es necesario. Con ir tranquilas es más que suficiente. Pero claro, para ello deben haberos informado correctamente y tenéis que haber encontrado un equipo de radiología que os dé confianza.

Cuando yo hice la mía, el radiólogo que me tocó era un joven que casi podría haber sido mi hermano pequeño. Aún hoy tengo dudas de si jamás había realizado una histero antes o de si tenía la carrera acabada o era el becario de radiología, con todos mis respetos para los becarios. Me tuvo que anclar el catéter tres veces y me inyectó el líquido de contraste 2. La enfermera que le ayudaba tampoco fue nada delicada. Había un rollito entre ellos que parecían estar ligando en la barra de un bar en lugar de estar haciendo una prueba médica. Me sentí sinceramente como un trozo de carne sobre una mesa de carnicero. No me tomé nada antes de la prueba, porque ni mi médico ni los radiólogos lo consideraron oportuno. Al contrario, cuando se lo pregunté tanto a unos como a otros la sensación que tuve fue que me trataban como a una histérica exagerada. Con todo, no sentí nada de dolor físico. Tan solo un pellizco una de las tres veces que me tuvo que anclar el catéter, cosa que seguro nos hubiésemos ahorrado si el chico hubiese puesto un poco más de concentración en lo que hacía y hubiese tenido algo más de experiencia. Por eso, me gustaría pedir por favor a los radiólogos que realicen este tipo de pruebas, que intenten ser un poco más sensibles al momento emocional en el que se encuentra la mujer y nos traten con cariño al hacernos una prueba a la que ya vamos desorientadas y con miedo. Y a los ginecólogos les pediría que nos informaran mejor, y que si la mujer pide un calmante porque no se siente capaz de afrontar la prueba sin él, se lo receten, aunque sólo sea por ele efecto placebo que puede tener el saberse preparada para afrontar la prueba.

Otra prueba que os pueden solicitar, pero que por lo que sé no siempre se hace, es un análisis cromosómico para ver si existe alguna incompatibilidad entre la pareja.

Y ya para cerrar este post, quiero dejar una nota de optimismo: casi todos los problemas que pueden encontrar durante los exámenes citados tienen solución. No todos pero sí todos. Y pensad que en muchísimos casos hallan algo, pues son muchos los factores que intervienen en la fertilidad, especialmente, como habís visto, en la femenina. No es nada raro que haya problemas de ovulación o alguna hormona perezosa. Tampoco es raro que una de las dos trompas  no sea permeable. Incluso puede ser que haya algún pólipo en la matriz o el cuello del útero que "moleste" para un posible embarazo. Todo ello tiene, afortunadamente solución, y a veces es incluso una solución sencilla. Si bien es cierto que actualmente muchas parejas tienen algún problema para concebir, también es cierto que con todos los avances médicos de los que disfrutamos hoy, la gran mayoría de esas parejas acaban lográndolo tras hallar el problema subyacente y ponerle remedio. ¡Así que, si estáis realizandoos estas pruebas o a punto de iniciarlas,  mucho ánimo!





jueves, 4 de julio de 2013

Intentando tener un bebé... primera parte

Cuando decidimos tener un hijo, de repente nos entran las prisas. Será porque hoy en día las parejas tardamos bastante en decidirnos, por aquello de la estabilidad económica, o porque queremos realizarnos profesionalmente antes de ser madres/padres, o simplemente, porque conocimos tarde a nuestra "media naranja" y no tuvimos otra oportunidad antes. 

El caso es que, de repente el reloj biológico se pone a hacer tic tac y no hay forma de pararlo. Y cuanto más tiempo pasa más tenemos la sensación de que se le van a agotar las pilas...Pero la realidad es que lo de intentar tener un bebé es un arte que requiere tiempo y paciencia. Lo de esas parejas que se quedan "a la primera" creo que es más bien la excepción que la regla. Obviamente no he realizado ninguna estadística tomando una muestra representativa de la población y todo eso, pero así "a ojo", y haciendo un cálculo rápido con los casos que conozco por mi entorno, os diría que al menos un 60% de las parejas tardan entre 6 meses y un año, y un 20 o 30% necesita recurrir a alguna técnica de reproducción asistida.

Hablemos primero de cómo "intentarlo" de forma natural y qué se necesita para tener las mayores probabilidades de éxito:
  • Lo primero es desearlo de verdad. Parecerá una obviedad, pero muchas veces las parejas no lo consiguen porque él o ella en realidad no lo desean de verdad. Eso hace que la búsqueda no resulte ni placentera ni fructífera y que el momento de ir a buscar al bebé se convierta en unos "deberes" que uno o los dos acaban aborreciendo. Si quien no lo desea es la mujer, entonces es casi seguro que el bebé no llegará, pues una gran parte de los problemas de infertilidad de causa desconocida suelen tener su origen en la psicología femenina. Pensad: el cerebro lo regula todo, incluidas las hormonas, así que si la mujer no está lista para tener un hijo, su cuerpo no le responderá.
  • Lo segundo es desearlo lo justo y necesario. Es decir, desearlo demasiado también puede ser contraproducente, ya que entonces se genera un estado de estrés y ansiedad que hacen que toda la búsqueda pierda su encanto y probablemente dejéis de disfrutar los dos. Un bebé hay que ir a buscarlo con amor e incluso con un poco de diversión, pero nunca con estrés. 
  • Calcular los días fértiles. Cada mujer tiene su propio ritmo hormonal, por lo que es necesario conocerse a una misma para saber cuáles son tus días fértiles. En internet hay numerosísimas páginas web que te calculan los días en los que estarás ovulando para así saber tus días fértiles (es distinto). Puedes usar una de esas calculadoras, siempre que sepas de cuántos días es tu ciclo y la calculadora lo tenga en cuenta. Es decir, no es lo mismo con un ciclo de 21 días que con uno de 28 o con uno de 30. Aquí os dejo un ejemplo de la web de serpadres: http://www.serpadres.es/tools/calculadoras/calendario-fertilidad.html Otra opción, si no tienes ciclos regulares o desconoces de cuántos días son, es comprar un test de ovulación. Por ejemplo ClearBlue comercializa uno. Pero debes saber que también puede fallar, pues no todas las mujeres ovulamos igual, y una baja producción de la hormona que regula la ovulación puede hacer que el aparato te de error. Otra forma es haciendo la medición diaria de la temperatura y controlando el flujo vaginal. También hay muchos sitios en internet donde se explica, como por ejemplo éste que es un sitio profesional (creo que es importante buscar fuentes de confianza cuando se trata de algo tan serio): http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/article/007015.htm. La idea es controlar a la vez los cambios de temperatura y del flujo cervical, pues la mayoría de las mujeres tienen un aumento de la temperatura después de la ovulación y un cambio en la textura del moco cervical antes y durante el período ovulatorio. Pero este método requiere mucha disciplina, ya que hay que hacerlo correctamente, siguiendo siempre las mismas pautas y anotar diariamente toda la información relevante. Personalmente es el que menos me gusta ya que si de lo que se trata es de no generarse estrés y vivir la búsqueda de un bebé de la forma más natural posible, éste método resulta un poco antagónico con ese principio.
  • Amor, humor y paciencia: ya he dicho que lo de las parejas que se quedan de "un descuido" me parece más un mito que la realidad, aunque en honor a la verdad debo decir que también conozco algún caso. Pero para el resto, mi consejo es poner mucho amor (pensar que cada intento es una oportunidad de conocer mejor a tu pareja, de amarle y de ser correspondido). Humor, porque sin él, no resulta divertido y sobre todo, no se experimenta. Creo que la mejor forma de concebir es probando, no sólo las posturas recomendadas, que también se encuentran por internet, sinó todo lo que se os ocurra que puede ayudar y que os resulte agradable a los dos. Y paciencia, pues aunque suene a consejo de abuela, todo llega a su debido tiempo, aunque ahora os parezca que "ya vais tarde". Ya veréis que el día menos esperado tenéis un positivo y en nueve meses un bebé... y entonces, sólo entonces, entenderéis que ese bebé llegó justo a su debido tiempo, ni un minuto antes ni uno más tarde, en vuestras vidas. 
Seguro que si buscáis por la red encontraréis por ahí más consejos de cómo buscar un bebé de forma natural. La alimentación, llevar una vida sana, hacer ejercicio, intentar reducir el estrés, etc, son cosas que también ayudan, claro, pero no me voy a entretener en describirlas pues ya se han escrito ríos de tinta sobre las mismas y creo que en cada caso deben ser los expertos los que os digan si debéis seguir una dieta especial para ganar o perder peso, si debéis y podéis hacer ejercicio, etc. En cuanto a lo del estrés, precisamente he titulado este blog Lamamidelsiglo21 porque creo que hay cosas hoy que no podemos evitar.


En este siglo, con la crisis que tenemos encima y todos los problemas sociales que ello conlleva, entiendo que muchas de vosotras estéis sometidas a una presión importante, bien porque seguís trabajando, pero en vuestra empresa ahora sois la mitad y debéis hacer el doble de trabajo por menos sueldo y encima dar las gracias por no estar en el paro, bien porque estáis en paro y no encontráis trabajo, o bien porque habéis decidido emprender y como autónomas no podéis permitiros el lujo de parar un instante.... Sea como sea, yo creo que cualquiera de esas situaciones es compatible con el hecho de buscar un bebé. Sólo hay que desearlo con mayor intensidad de la que ocupan nuestras preocupaciones en nuestras cabezas....