Ya expliqué
en un post anterior que al quedarme embarazada mi ginecólogo me dijo: estás
embarazada, no enferma, así que haz todo lo que desees, siempre con criterio. Y
creo que ese fue uno de los mejores consejos que me pudireron dar.
Animo a
todas las que estéis en el inicio del embarazo que os planteéis cómo queréis
vivir este momento. Si sois de las que no os agrada que os hagan sentir
inútiles o, dicho de otro modo, os gusta sentiros activas y productivas (hay
mujeres que prefieren que se lo hagan todo, y consideran que el embarazo es el
momento ideal para que sean otros los que se ocupen de la compra, de conducir,
de cocinar, etc) , este post va para vosotras. Y es que, siempre que no haya
complicaciones, el embarazo puede ser incluso una etapa en la que, con la
excusa de cuidar al bebé que lleváis dentro, aprovechéis para poneros en forma,
comer sano y empezar a utilizar cosméticos que os hagan sentir mejor.
Como yo tuve
un embarazo muy bueno, pude disfrutar tanto de los innumerables beneficios del
embarazo (las hormonas hacen que el pelo se vea brillante y resistente, en el
segundo trimestre tienes más energía de la que nunca hubieras imaginado, la
piel se oscurece y parece que estés morenita, etc) que además incrementé
practicando deporte para embarazadas, aplicándome cosmétidos y cuidando mi
dieta. El resultado: me sentía bien, me veía bien, y mi recuperación postparto
fue espectacular tanto físicamente como estéticamente.
Obviamente,
cada cual debe encontrar las actividades que más le gusten y que mejor le vayan,
pero si queréis conocer cuáles fueron mis “trucos” de mujer embarazada, aquí
van:
- Ejercicio:
para evitar la mala circulación, y los dolores en las articulaciones combiné
las caminatas con la natación para embarazadas.
Con las caminatas conseguía incrementar la circulación de la sangre y tonificar
los músculos de las piernas. Además, andar favorece que el feto se coloque en
su posición y baje por el canal del parto en los últimos meses. De hecho,
muchos ginecólogos recomiendan a las futuras mamás caminar a buen ritmo en las
últimas semanas para favorecer el inicio de las contracciones y el parto. En
cualquier caso, yo soy partidaria de hacer cada día un poquito, siempre que no
haya contraindicaciones. Por otro lado, la piscina o ejercicios de agua para
embarazadas, me permitía contrarrestar los dolores de las articulaciones,
además de tonificarme, reforzar todos los músculos y trabajar el suelo pélvico,
ya que son ejercicios específicos para mamás. Es recomendable hacerlo siempre
con monitor, pero también se puede hacer simplemente natación suave. Si vais a
nadar, los mejores estilos son espalda y crol. Braza no, porque fuerza la
espalda, que ya está bastante arqueada por el propio embarazo. También hay
ejercicios de apnea que van muy bien para mejorar el control de la respiración
durante la dilatación.
-
Para
tener un buen parto y una buena recuperación, puse en práctica los ejercicios de suelo pélvico y periné
que nos enseñaron en el curso de
preparación al parto, que recomiendo a todas las embarazadas primerizas.
Eso sí, es importante informarse antes de cómo es el curso, quién lo imparte y
si se puede ir con la pareja. El mío lo impartían comadronas y fisioterapeutas
y era para parejas, aunque también podías ir sola. Al principio los chicos
están más cortados, pero está muy bien que vayan a estos cursos porque así
comprenden mejor lo que nos pasa y están preparados para ayudarnos antes,
durante y después del parto. Si es un buen curso, tratarán muchos temas, como
el saber poner horarios y límites a las familias cuando nazca el niño, o cómo
puede ayudar el hombre a garantizar la intimidad de la mamá al dar el pecho a
su hijo. También les enseñan a ayudar a la mujer a hacer ejercicios para
soportar el dolor de las últimas semanas antes del parto o de la dilatación,
que vienen muy bien para ir haciendo en casa.
Dieta: obviamente eliminé alcohol y
cualquier cosa que fuera tóxica para el feto. Tras realizarme la prueba de
toxoplasmosis mi médico me dijo que podía comer embutido siempre que estuviera
bien curado y lo hiciera con moderación, pero yo decidí eliminarlo
prácticamente por completo para evitar riesgos. Lo único que me permití es algo
de jamón serrano “del bueno” en ocasiones especiales. También eliminé los pescados
crudos (y eso que me encanta el sushi!). No seguí una dieta especial ni me
privé de nada, pero sí que intenté comer equilibardo para no ganar demasiado
peso (12 kg gané en total, que según mi médico, para mi talla está bien). Lo
que sí que hice y creo que es esencial, fue incrementar el número de comidas al
día y reducir la cantidad de las principales. Lo que se consigue de esta forma
es no hacer picos de glucemia y tanto tu cuerpo como el del feto van recibiendo
azúcares o lo que es lo mismo, la energía necesaria de forma regular y no de
golpe. Eso hace que el cuerpo funcione mejor y no haga depósitos de reserva, ya
que al mandarle el mensaje de que lo vas a ir alimentando de forma regular, no
necesita “cargar” por si se queda sin energía. Esto es muy sano, y deberíamos
hacerlo todos siempre. Pero los ritmos de vida modernos a veces nos lo impiden
y sin darnos cuenta acabamos comiendo mal. Por eso, siempre digo que el
embarazo puede ser una excusa perfecta para cuidarse porque nadie mira mal a
una embarazada que en medio de una reunión saca una pieza de fruta y dice: “lo
siento, pero es que el médico me ha recomendado comer cinco veces al día, y
tengo que hacer un pequeño tentenmpié…”. Otro de los motivos por los que hay
que comer bien en el embarazo es porque a menudo éste provoca algo de
estreñimiento o al contrario. Sea como sea, las hormonas y la redistribución de
los órganos para dejar sitio al útero en crecimiento, causa “irregularidades
intestinales”. Por eso, hay que comer fibra, empezar el día con un buen vaso de
zumo de naranja en ayunas, o procurar hacer una dieta lo más sencilla posible:
carnes y pescados blancos y a la plancha, nada de salsas ni comidas demasiado
elaboradas, etc. Es esencial comer mucha fruta y verdura, ya que son muy importantes
para el correcto desarrollo del feto. Y cuando digo verduras me refiero a las
de hoja verde: espinacas, acelgas, berros… Como hoy en día muchas mujeres no
comen demasiado bien, todos los médicos prescriben desde el principio unos
complejos multivitamínicos que incluyen ácido fólico, para compensar la
ausencia de ciertos nutrientes en la dieta. Pero aunque te tomes estas
vitaminas, lo de las frutas y verduras sigue siendo importante. No te preocupes
por pasarte, porque estas vitaminas nunca son demasiadas.
- Cosméticos:
vamos a ser francas, cuando has pasado de los treinta y te quedas embarazada,
por mucha ilusión que te haga tener un bebé, tú ya sabes que el embarazo te va
a pasar factura a menos que te cuides. Así que… por qué no empezar a cuidarse
en serio? Tampoco se trata de volverse loca y comprarse todas las cremas del
mercado pero sí algunas básicas y ser constante. Ya sabéis que en esto de la
cosmética no hay milagros, y ninguna crema te quita las arrugas ni las estrías
en dos días, así que parte del trabajo lo tienes que hacer tu. Pero piensa que
tiene una recompensa y cuando tu bebé se haga mayor podrá presumir de madre
guapa! Para mi, los imprescindibles durante el embarazo son:
o
una
crema antiestrías de las buenas. Son caras, sí, pero son eficaces. Novartis
tiene una que se vende en farmacias y que va francamente bien.
o
Aceite
de rosa mosqueta para la zona del periné (esta parte aunque no se ve, se
siente, y tras el embarazo agradecerás haber realizado los masajes perineales
que sin duda te explicarán en el curso de preparación al parto.
o
Crema
antiarrugas de día y de noche, para la cara. Aunque durante el embarazo todos
te verán estupenda, la piel sufre mucho por el cambio hormonal así que cuanto
más la cuides en el embarazo y cuanto antes tomes la rutina de usarla, mejor.
o
Si
vas a usar maquillaje, recomiendo una crema bb cream que te maquille, hidrate y
proteja del sol a la vez, ya que la piel de la embarazada es más sensible a los
rayos UV.
o
Alguna
crema de hidratación corporal, ya que la piel tiende también a estar más seca.
o
Y
algo de capricho pero que sienta genial: un kit completo de pedicura. Los pies
son los que más sufren, y a medida que avanza el embarazo, notarás que te
duelen más y que se forman durezas y callos. Un kit de pedicura o tomarte el
tiempo para ir a que te la hagan de vez en cuando durante el embarazo te hará
sentir como nueva.
o
Si
tienes mala circulación, una crema para piernas cansadas también te puede
ayudar a bajar la hinchazón y darte una agradable sensación de frescor.